LA CURIOSIDAD MATÓ AL GATO
Los gatos con su instinto cazador y su afán de cotillear, tienen a su alrededor grandes peligros que les pueden costar la vida. En cualquier hogar una vez conoces los comportamientos felinos y si miras a tu alrededor, percibes que siendo cuidadosos, podemos evitarlo y proteger su seguridad.
Las ventanas, terrazas y balcones.. son muy peligrosos. Evitar los accidentes es sencillo, pero a la vez muy importante, sobre todo en verano protegiendo con mosquiteras rígidas, cerramientos con mallazo, o cualquier tipo de protección de las que nos podemos asesorar en tiendas de animales. Si acceden al exterior podrán perderse, morir atropellados o ser atacados por perros, otros gatos y/o muchas personas que por desgracia los rechazan. Las ventanas oscilobatientes son una trampa para ellos y si quedasen atrapados, será fatal. Los gatos se asoman, les sirve de distracción y a pesar de su capacidad y agilidad, también se caen, más de lo que se cree y por desgracia no tienen siete vidas, por lo que mueren o quedan muy lesionados.
La cocina es otra de las zonas de más peligro, ya que la tendencia del gato es subirse a las alturas, atraídos además de por ver lo que hacemos, por los aromas y la tentación de los alimentos, pueden saltar y quemarse sus patitas (pisando los fuegos calientes), recipientes, aceite, con la plancha.
Cuidado también con dejar abierta la tapa del wc, pues se pueden caer dentro.
Otro aspecto a comentar son las plantas que podemos tener en casa, algunas de ellas muy comunes pueden ser venenosas si las comen, como el Potos, Acebo, Lirios… por lo que se debería consultar exactamente sus características si van a estar a su alcance.
Otra cuestión son los cables eléctricos, que pueden morder intentando jugar. O curiosear en el interior de algunos electrodomésticos como lavadoras o secadoras.
Y como anécdota final tener cuidado con las puertas de cajones, muebles y armarios, que mientras estamos sacando o guardando algo, pueden aprovechar para entrar y esconderse, pudiendo dejarles encerrados sin darnos cuenta; por lo que podrían quedar horas sin comida, agua .. e incluso faltarles el aire.
Son unos consejos desde la experiencia y con mucho cariño hacia todos esos animales, a los que deseamos una larga vida en sus hogares.
Autora: Cristina Corredera