LA GATA QUE QUERÍA SER CASERA

por Abr 3, 2017Historias reales3 Comentarios

Esta es la historia de una gata  cómo tantas otras que nació y se crió en la calle, sin contacto con el ser humano, tan sólo una señora que los alimentaba a ella y a sus hermanos, un buen día la capturaron para esterilizarla.
Greta, que así es como la llamaron muy pronto mostró señales de dulzura, no bufaba, no arañaba, ella quería ser casera y por eso demostró una docilidad que no es común en gatos de la calle.

La esterilizaron y decidieron darle una oportunidad de salir para siempre de ese mundo hostil que es la calle y dónde muchos de ellos, por no decir todos, no mueren de viejos.
Ya lejos de penurias, frío, desasosiego, Greta, desconcertada y recelosa por instinto comenzó su nueva vida, el miedo a lo desconocido y en el fondo al ser humano hicieron que estuviera escondida dentro de la seguridad que le daba un transportin.
Todos los días entraba una persona, yo, le ponía comida rica, le cambiaba la arena y me sentaba cerca de ella sin mirarla, sin forzarla, sólo estaba allí y le hablaba, le contaba como había sido mi día, ”hoy estaban todos, he visto a Valeria, tu hermana, está preciosa, pero hace frío y no sé dónde se refugia”. Todos los días le preguntaba qué tal su día, aunque sabía que no iba a responderme, se había comido todo y había jugado, buena señal, pero no salía del transportin, su pánico aún atenazaba sus músculos y sus ojos me mostraban un miedo que con el tiempo se fue mitigando, así pasamos más de un mes, en varias ocasiones mi fe se derrumbó y llorando le decía. ”Greta mi niña, no voy a hacerte daño, tienes que confiar en mí, voy a luchar para que nunca más vuelvas a la calle y al menos tu conozcas las caricias”…..


Durante ese tiempo se fue construyendo un lazo inquebrantable entre nosotras, de amor, de amistad, ese que se teje día a día, que sólo reconoces cuando lo vives, cuando ellos te eligen y de repente te das cuenta que no quieres separarte de ellos nunca más, luché con todas mis fuerzas para que te quedaras pero no pudo ser, ya éramos muchos y en casa no te querían, por eso Greta, mi niña hemos buscado un lugar para ti, una casa, una familia, un corazón puro que llenara de caricias todos los días de tu vida.
Y sé que vas a ser muy feliz, que después de dos meses has confiado en mí, has descubierto que son las caricias, los mimos, los besos, el calor de un alma noble que nunca te hará daño, porque tus ojos me dijeron “yo quiero ser casera”.
Bienvenida valiente a tu nueva vida, por ti y por los que nos seguirán diciendo a los ojos “yo quiero ser casero”por todos seguimos luchando día a día frente a la adversidad de la indiferencia humana porque sois nuestro motor, !!por vosotros merece la pena todo!!.
Qué gran placer sentir esa conexión entre almas libres y corazones puros.

 

Autora: Henar García